A las 10.30 horas del pasado viernes, el 4° Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago, dio inicio a la lectura del veredicto para el excabo Sebastián Zamora, imputado por la fiscalía por homicidio frustrado, presuntamente, por “empujar” al joven “Anthony”, durante las manifestaciones del 2 de octubre de 2020, en las cercanías del puente Pío Nono.
El tribunal determinó -de manera unánime- absolver a Zamora puesto que no se acreditaron los hechos en la acusación de la fiscalía, al mismo tiempo que descartó el delito de apremios ilegítimos por el que lo acusó el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH).
Al inicio de la lectura de la sentencia, la jueza, Patricia Bundl, estableció la narrativa de los hechos que consideró o no acreditados durante el juicio oral. Entre ellos, se subrayaron “ambigüedades” en la acusación de la fiscalía, como que no acreditó qué heridas habrían causado la eventual muerte de Anthony que pudiera encuadrar el hecho en un homicidio frustrado.
Asimismo, la magistrada apuntó a una “desorientación” en los alegatos finales, como las diferencias entre la eventualmente sería la muerte del joven, donde se mencionó tanto por caída o por inmersión. El tribunal, al abordar las pruebas de imputación, detalló que la fiscalía acusó que “no se puede satisfacer la pretensión acusadora”, y al tomar en cuenta la declaración de “Anthony”, la magistrada indicó que fue “confusa”, y que aunque se consideraron versiones de testigos, como su madre -que declaró que el excabo lo agarró y lanzó al río-, la jueza hizo énfasis en que en el relato del afectado, eso no se mencionó.
Respecto de las declaraciones de funcionarios que estuvieron en el piquete de ese día, el tribunal recordó que se habló de “colisión” entre el acusado y Anthony, mientras otras versiones apuntarían a la intención de Zamora de “detener” al joven.
“Sin que hayan sostenido haber observado que Zamora tomó con los brazos a Anthony y lo precipitó por la baranda”. Bundl dijo que “nadie puede ser condenado como autor de homicidio frustrado por haber tenido interacción con la víctima”, asimismo, cuestionó las distintas versiones en torno al presunto “dolo” con el que habría actuado Zamora. En esa línea, añadió que “son tantas las versiones que se han conocido en el juicio, que ni siquiera los acusadores han podido precisar, por lo tanto, no se hacen cargo de la acusación que ellos mismos sometieron a análisis”.