El avistamiento de siete soles en Chengdu, China, es sin duda un espectáculo visual que pocos han podido ver. Las imágenes se hicieron virales rápidamente en las redes sociales, ya que es un fenómeno que no suele producirse. Parhelio, este es el nombre que recibe este fenómeno atmosférico. Los parhelios, o soles falsos, son imágenes secundarias del Sol que aparecen a ambos lados del Sol verdadero, causadas por la refracción de la luz solar en cristales de hielo suspendidos en la atmósfera.
¿Cómo se produce?
Para que se produzca un parhelio, se necesitan ciertas condiciones atmosféricas:
- Cristales de hielo hexagonales: estos cristales deben estar suspendidos en las nubes cirros, que se encuentran a gran altura.
- Luz solar: la luz del Sol debe incidir sobre estos cristales en un ángulo específico.
- Temperatura baja: las bajas temperaturas favorecen la formación de estos cristales de hielo.
Cuando la luz solar atraviesa estos cristales de hielo, se refracta y se dispersa en diferentes direcciones, creando así las imágenes secundarias del Sol que vemos como “soles falsos”.
Aunque el término “siete soles” es más llamativo, lo habitual es ver uno o dos parhelios a cada lado del Sol verdadero. Sin embargo, en condiciones atmosféricas muy específicas, se pueden formar más de dos parhelios, dando la impresión de ver múltiples soles.
Los parhelios no son tan raros como parecen, pero tampoco son muy comunes. Se pueden observar en cualquier parte del mundo, siempre que se den las condiciones atmosféricas adecuadas. Sin embargo, no siempre son tan brillantes ni tan numerosos como los observados en Chengdu en esta ocasión.
Su tonalidad suele ser más débil que el Sol verdadero y presenta colores pastel, como el rojo, el naranja y el amarillo. Esto se debe a la dispersión de la luz en los cristales de hielo. Suelen tener una forma alargada y pueden aparecer a diferentes alturas en el cielo. La duración de un parhelio puede variar desde unos pocos minutos hasta varias horas, dependiendo de las condiciones atmosféricas.