Julio Soto, exdeportista paralímpico chileno, emprende la travesía “Montaña sin Límites” con el objetivo de conquistar el Aconcagua, la montaña más alta de América. Tras haber perdido su pierna izquierda a los 9 años debido a un cáncer, Soto ha superado múltiples desafíos. Ahora busca inspirar a otras personas con discapacidad a través del montañismo. El Cerro El Plomo, de 5.424 metros, fue su primer gran logro en esta nueva etapa, y su próxima meta es el volcán Ojos del Salado, el más alto de América. Con el apoyo de su equipo y su guía Alejandro Calvo, Soto continúa avanzando paso a paso hacia su gran desafío final.
En este sentido, para poder dimensionar los logros de Julio Soto, El Plomo es el cerro más alto de Santiago (5.424 mts); Los Ojos del Salado el volcán más alto de América (6891 mts); y el Aconcagua (6960 mts), su meta final, se corona como la cumbre más alta de América.
Equipado con tan solo dos bastones, fue capaz de conquistar, al menos por ahora, la cumbre más alta en su currículum: El Plomo, cima desde la que se puede visualizar todo Santiago. “En el día a día uso una prótesis. Pero para subir la montaña lo hago sin, así me siento más libre”, explica orgulloso.